Por Eirini Nedelkou
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En el sitio Fotos de la Habana, el español Carlos Cardo Dominguez hace un comentario de que nunca ha salida de la Península Ibérica, que mucho quisiera visitar a Cuba y “que es de los países que más cariño le tenemos los españoles”.
Su comentario, subido hace 22 hrs, tiene como 1,3 mil likes, 7 repeticiones e innumerables comentarios, en los que priman el deseo de los cubanos de que visiten la Habana, que no se arrepentirá, que disfrutará del cariño y carácter amistoso de los cubanos, en fin, que está bienvenido.
Como siempre pasa en FB, no falta los que demonizan a Cuba, a la Habana, a la pobreza, y que le hechan toda la culpa al gobierno castrista.
Como la Habana me concierne directamente, pues la viví muchísimos años, y trabajé para ella como arquitecta, no me contuve de responder a tales comentarios. Como el FB no deja republicar con los comentarios, trataré de ofrecerles mis comentarios, las experiencias vividas en esta, mi otra patria.
“La conservacion de sus tesoros arquitectonicos es un logro indiscutible de la Revolución cubana aun más siendo un país c tantos problemas económicos. Cuba ostenta 5 ctros históricos, 5 ciudades patrimonio de la humanidad
Y muuchos Parques Nacionales reservas de la Biosfera reconocidos internacionalmente.”
“Está bien, si lo prefieren gran parte de la H.V. la restauraron ADMIRABLEMENTE los cubanos dirigidos por el más útil de los cubanos, el genio modesto que se llama Eusebio Leal. ¿De donde lo sacó la sra? Les informaré que la sra (yo) vive y trabaja como arquitecta en la Habana más de 40 años, y de alguna manera participó y estuvo muy cerca de sus colegas que lo dieron TODO como equipo del Plan Maestro del Malecón, de la Oficina del Historiador, del Cengrem (Centro de Restauración de Monumentos). Busquen y encontrarán como eran los edificios de la H. V. antes de ser rescatados a paritr de los ´80. Ruinas puras. Pues los ricos la abandonaron para mudarse al Vedado, luego Miramar, Siboney etc. H ahora da gusto pasear por tantas de sus calles. Es verdad, grandísima parte sigue en ruínas. Nadie puede reconstruir de golpe tanta extensión. Participé en la creación de una ludoteca para los niños en el barrio de San Isidro, amueblamiento de sus escuelas etc etc. Había que ver la alegría de los niños. Participé en reuniones de traductora entre la Oficina del Historiador e interesados en invertir en la Havana Vieja. Se les pedía que para aprobarlo, debían invertir ago en infraestructura, escuelas o círculos infantiles. Así que la idea no era de olvidarse del pueblo. Se hicieron casas para las embarazadas, proyectos para los abuelos. Lo mismo pasó por Santiago, Trinidad, Baracoa, Camaguey, Cienfuegos, habría que ver el entusiasmo con el que trabajan los arquitectos de la ciudad, y rehacer p.ej la ciudad de Santiago que como Sísifo, después que se restauró tanto, vino el ciclón (no recuerdo su nombre, este de un año antes de que Santiago celebrara sus 500 años) que acabó y hubo que reempezar el rescate de lo ya hecho e invertido.
Es verdad que gran parte de la ciudad está en ruinas . Las ruinas son mas pregnantes por Centro Habana, Cerro, no así en Fontanar, Jaimanitas, Sta- Fé, Bahía etc etc.
Yo no sé sonde uds viven y son tan exigentes y QUIEREN y DISFRUTAN ver solo lo malo, esa es la diferencia entre gente como yo y gente como uds. Nosotros reconocemos los errores de la Revolución, los criticamos, tratamos de mejorar las cosas, a la vez somos capaces de ver y reconocer todo lo que hace, y a pesar de su débil economía, por presiones externas y errores internos. Lo que me consta, lo he vivido, que cada vez que tiene algo de dinero, este gobierno trata de reparar y ofrecer más a su pueblo. En una etapa fueron las escuelas, en otra los policlínicos y hospitales.
Sí, es verdad, la vivienda es la que más sufre en inversiones, el cubano que tiene dinero logra mejorarla etc etc. Las escaceses golpean horrores, nadie puede decir lo contrario.
Por último, si usted toma como punto de referencia países del primer mundo, los EEUU, de Europa etc, o.k, Cuba está muy, pero muy atrás en bonanzas. Pero yo prefiero vivir en un país libre del pecado de nadar en riquezas a costa del sufrimiento del resto del planeta, al cual depreda. Y que, como leí en una notica ayer, el presidente de Amazon, Jeff Bezos, gana en un día lo que un trabajador suyo de la India, para ganar ese dinero con el salario que recibe, necesita trabajar mas de 4 millones de años. Los EEUU rehúsan firmar acuerdos internacionales para limitar p.ej su basura electrónica, la más alta del mundo, y la envía por los países pobres, por ñAfrica y Asia, lo mismo hacen Olanda, Alemania etc. Ejemplos miles. Puedo escribir muucho muucho más. Pero a oídos sordos...”
“G. querida, los milagros por lo menos en lo que son edificaciones, no existen.” (Como respuesta a que algunos edificios han sobrevivido de puro milagro)
“Sr. T, digo cosas vividas, hechos. Me gustaría que esgrimiera argumentos a su favor en vez de emitir solo enjuiciamientos y adjetivos.”
Otra respuesta a G de que el gobierno no hizo nada, que todo es obra de Eusebio Leal, que se pasaba pidiendo ayuda por aquí y por allá:
“Y España, e Italia, y el plan PDHL-UNOPS de la ONU, Universidades como la de Toscana que tuvieron un papel activo, etc etc. ¿Cual es el problema? Yo dije que la restauración de la H.V. se hizo durante la Revolución, a raíz de la Resolución que se le dió banderín abierto a Eusebio Leal empezando los ´80 a realizar su magna obra en la H.V., que sobrepasó con creces las expectativas. Yo digo que ni son pocos los edificios que han sobrevivido, ni por puro milagro, sino por el sudor de la gente. Y no que han sobrevivido, sino que han renacido de sus cenizas. Cualquiera que paseaba por la H.Vieja podía ver en los posters ubicados frente a los edificios restaurados, fotos de antes y después. Calles enteras restauradas. Solo para restaurar un edificio cuesta millones, la restauración es más cara que levantar un edificio nuevo.”
SOBRE LA HABANA:
“Nombro […] al puerto de San Cristóbal de la Habana […] como el principal de las Indias donde las naves que vienen tanto de Portobelo como de la Nueva España y otras partes con destino a mi reino llegarán a descansar…
Rey de España Felipe II, 9 de Diciembre de 1556
Al deambular por esta Habana que amo más que cualquier otra ciudad en el mundo, me he preguntado muchas veces si sus destinos no han sido regidos siempre por unos fabulosos coleccionistas de casas, avenidas, muelles, parques y edificios públicos. Es decir: por hombres que temen ver terminado su placer al lograr una obra perfecta. Porque todos los elementos de la perfección coexisten en la Habana; un malecón comparable únicamente con los de Niza y Rio de Janeiro, un clima que propicia flores en todos los tiempos, una situación geográfica que pone decoración de mar, nubes o sol, al final de cada calle… y sin embargo, la Habana es la ciudad de lo inacabado…
Alejo Carpentier
La Habana seguirá siendo una perla de las Américas. Una de las contradicciones más surrealistas de la historia de este país es que, en algunos casos, la Cuba revolucionaria ha demostrado que puede preservar lo mejor del pasado con mucho más éxito que aquellas naciones que se consideran conservadoras de su patrimonio. La Habana es, en la actualidad, una de las pocas ciudades en que las edificaciones sobrevivientes permiten que el historiador, el visitante y el artista experimenten un nuevo sentido del pasado.
Hugh Thomas, Londres, 1999
Lo que sorprende de la Habana no es la falta de mantenimiento ni aún la excelencia de su arquitectura, sino el milagro de que todavía exista un lugar así.
Andrés Duany, arq. EEUU
Espíritu barroco, legítimamente antillano, mestizo de cuanto se trasculturizó en estas Islas del Mediterráneo americano, que se tradujo en un irreverente y descompasado rejuego de entablamentos clásicos, para crear ciudades aparentemente ordenadas y serenas, donde los vientos de ciclones estaban siempre al acecho del mucho orden… Las columnatas de La Habana, escoltando su Carlos III de mármol, sus leones emblemáticos, su India reinando sobre una fuente de delfines griegos, me hacen pensar en versos de Beaudlaire…
Alejo Carpentier
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